El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, informó ayer, en el programa “Los Hechos Cuentan”, que los responsables del quíntuple asesinato ocurrido en Pucamayu, Cochabamba, abandonaron la población el mismo día del crimen, el 13 de noviembre. Aseguró que la Policía se encuentra trabajando en la captura de los implicados. Actualmente, Ernesto Almaraz Ch. es el único detenido por estos crímenes y se encuentra bajo detención preventiva. Las autoridades identificaron a cinco personas presuntamente involucradas en los hechos: Juan Almaraz S. y Raúl Almaraz Ch., padre y hermano de Ernesto, así como Juan Cáceres R., Sergio Paco A. y Álvaro Ticona.
Según Aguilera, todos los implicados dejaron Pucamayu el mismo día de los asesinatos. Además, destacó que la Policía ya ha realizado la verificación de los domicilios de los sospechosos. El viceministro señaló que los responsables enterraron los cuerpos en lugares fuera de su jurisdicción, lo que sugiere que intentaban involucrar a otras comunidades en los crímenes. Inicialmente, su objetivo era ocultar las muertes, por lo que enterraron los cuerpos: cuatro en una sola fosa y el quinto en otra, a unas dos horas de distancia y cerca de un río. La intención era que la vegetación cubriera la tierra removida, de modo que los cadáveres no fueran encontrados y no se pudiera procesar a los culpables.
La autoridad destacó que la Policía cuenta con los “mecanismos idóneos” para la captura de los prófugos, la cual se prevé que ocurra pronto. Desde hace varios días, la Policía socializa afiches con los nombres y rostros de los implicados, además de haber establecido puntos de control en carreteras y otros lugares estratégicos con el fin de lograr su captura. Presumen que están ocultos en la región del Trópico.
Según la hipótesis de la Policía, Cristian, de 18 años, contrató los servicios de taxi de Thadhashy. Cristian había ofrecido a Ernesto la venta de armas de fuego, y tras confiar en él, Ernesto entregó 27.800 bolivianos. Sin embargo, el joven suspendía constantemente la entrega del armamento. Cuando le ofreció nuevamente las armas, Ernesto sugirió que la transacción se realizara en Pucamayu, argumentando que los interesados eran adultos mayores. Así, el joven y el taxista ingresaron a la comunidad el 12 de noviembre, donde fueron acusados de estafa y robo y retenidos.
De acuerdo con la declaración de Ernesto, Cristian señaló a Thadhashy como su “jefe”. El taxista contactó a su esposa Trinidad y le pidió que consiguiera el dinero para su liberación, explicando que no sabía qué había hecho su pasajero, pero que lo tenían amarrado y lo amenazaban de muerte si no entregaban los 27.800 bolivianos. La esposa, a su vez, llamó a su cuñada, Auristela Liza, quien contactó a Juan Carlos, militar en reserva activa. Los tres viajaron a Pucamayu con el dinero, pero también fueron secuestrados.
Finalmente, Ernesto fue aprehendido y confesó lo sucedido. El 19 de noviembre, un contingente policial ingresó a la población y, con la información proporcionada por Ernesto, localizó los cuerpos de cuatro de las víctimas en una sola fosa. Las familias de los fallecidos afirman que estas personas no tenían relación con la venta de armas ni con otros delitos, responsabilizando a Cristian por los crímenes. El quinto cuerpo, el de Cristian, fue hallado el 25 de noviembre.
Actualmente, Ernesto se encuentra bajo detención preventiva en la cárcel de El Abra.
Via: Opinión