El 10 de enero está previsto el inicio de la marcha del pacto de unidad evista desde la localidad de Patacamaya, a 100 kilómetros de La Paz. Tres días después, la Central de Trabajadores de Bolivia (CTB) propone una marcha de todos los sectores desde El Alto a La Paz. En ambos casos las protestas serán contra el Gobierno y su política económica.
Al no recibir respuestas favorables del gobierno central para dar respuesta a problemáticas como la falta de combustibles, la falta de dólares, el incremento de productos que componen la canasta familiar para todo el pueblo boliviano, la falta de solución de los créditos bancarios y no ser atendidos con el pedido para el cambio de ministros, «se resuelve salir en una gran marcha de protesta a nivel nacional para el día lunes 13 de enero del 2025”, señala una resolución de esta entidad que intenta ser la paralela a la Central Obrera Boliviana.
Mientras, en la reunión nacional de las organizaciones que aglutinan al pacto de unidad afín a Evo Morales se aprobó el inicio de la marcha el 10 de enero y el arribo a la sede de Gobierno el 14 del mismo mes. La dirigencia opositora al Gobierno también llamó a que el día que la columna mayor llegue a La Paz, se realicen marchas en las otras ocho ciudades capitales.
Esta ‘agenda de movilizaciones’ se produce luego que los propios dirigentes dispusieran que se paralizaría toda marcha de protesta por las fiestas de fin de año. La decisión, argumentaron, suponía también una ayuda al comercio que no podía detenerse por esas fechas. Una vez pasado el festejo, las organizaciones ya convocaron a sus bases.
En el caso de los evistas, el arribo a la ciudad de La Paz y la convocatoria a marchas en todo el país se producirá el mismo día que en Tarija se esté llevando adelante la audiencia cautelar en contra de Evo Morales, quien es procesado por el delito de trata de personas y cuya principal víctima acusó al Gobierno de Luis Arce de usar políticamente el caso y revictimizarla nuevamente.
La CTB es una organización conformada principalmente por los gremiales de El Alto, aunque intenta aglutinar fuerzas en el resto del país. Su principal figura es el dirigente Toño Siñani, quien ya demostró su capacidad de organización y convocatoria para las protestas.
Via: El Deber