La COB pasó de codearse con el poder a sufrir una crisis de representatividad

Desde su fundación, en 1952, la Central Obrera Boliviana (COB) fue parte de manera notoria, al menos de dos gobiernos, aunque de distinta manera y en diferentes circunstancias. En la actualidad, enfrenta una crisis de representatividad que orilló al ejecutivo Juan Carlos Huarachi a llamar a un ampliado para definir la fecha del próximo congreso, orientado a renovar la dirección del ente matriz de los trabajadores.

Con Juan Lechín Oquendo como su primer ejecutivo, la COB formó parte del gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y a partir de la gestión de Pedro Montes, en 2006, se dio el acercamiento al gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), lo que se consolidó a partir de la gestión de Huarachi que se inició en 2018 y permanece hasta la actualidad.

Según Jorge Abastoflor, profesor de Ciencias Políticas e Historia Crítica de Bolivia, la COB siempre ha tenido “vocación de poder”, lo que significa que no solo es un movimiento social o confederación contestataria de sindicatos como ocurre en muchas partes del mundo.

“La COB nació para formar parte del poder”, dijo. Así se entiende que la organización de los trabajadores fue parte del Gobierno en 1952 con el nombre de “cogobierno”, que es una categoría política en la historia de Bolivia. Agregó que “no es una organización que se conforme con simplemente criticar o defender los intereses de la clase obrera, nace con vocación de pertenecer al poder y de ser posible, al Gobierno”.

Abastoflor dijo que esto es lo que vino sucediendo a lo largo de su historia, sobre todo con los gobiernos de izquierda, por lo que no debería existir una crítica a la COB cuando esta quiere ser parte de un Gobierno que va en su misma línea político–ideológica.

No obstante, el profesor remarcó que como siempre son los resultados los que se evalúan, hay que preguntarse cuáles han sido los resultados de la participación de la Central Obrera en los gobiernos, aunque eso significa hilar más fino.

“Es evidente que en 1952 y hasta 1960 fue relevante y revolucionaria su participación, mientras que, a partir de 2006, debido al debilitamiento mismo de la COB, su participación es restringida y mucho más funcional”, refrendó el experto.

Insistió en que hay una diferencia “muy grande” en lo que se refiere a la producción, al legado y a lo construido entre esos dos periodos. Lo que pasó desde 2006 es resultado del debilitamiento de los sindicatos que forman parte de la COB, reiteró.

Jaime Solares, ejecutivo de la COB en 2003, dijo a Visión 360  que a partir de la irrupción del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) se dio una “dependencia partidaria” de la COB. 
Tanta fue la dependencia,  de acuerdo con Solares, que la gente, incluso, calificó al ente matriz de los trabajadores como una agencia política del Gobierno, hecho que es muy grave, porque significa un retroceso en el campo sindical.

Observó que en la actualidad no existe una organización que reclame por el alza de los precios de los alimentos de la canasta familiar, la falta de divisas, de medicamentos, de combustibles, entre otros problemas que aquejan a los trabajadores y en suma a todos los bolivianos. Tampoco que los represente en alguna situación. Los trabajadores no encuentran en la COB a sus dirigentes.

Este medio intentó comunicarse con la actual dirigencia de la COB, pero a través de uno de sus representantes se indicó que no se ofrecerán declaraciones.

Durante el gobierno del entonces presidente Evo Morales (2006 – 2019), los sindicatos que forman parte de la COB, tales como mineros, campesinos, interculturales, juntas de vecinos y gremiales, entre otros, se beneficiaron con sedes, canchas, vehículos.  Incluso, en 2014, Morales entregó a la Central Obrera un hotel, en la ciudad de La Paz, con equipamiento completo para albergar a 90 personas, como parte de los homenajes por el Día del Trabajador. En esa oportunidad, también entregó 16 vehículos.

Rodolfo Machaca, exdirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), consideró que lo que hizo el gobierno de Morales fue “darle valor” a la COB al tomar en cuenta a todos los sectores. “Han trabajado junto al hermano Morales para nacionalizar los recursos naturales, para tener beneficios sociales y distribuir los recursos al pueblo. Se ha trabajado de manera bien orgánica”, aseguró.

No obstante, Machaca observó que con la llegada de Luis Arce a Palacio todo ese trabajo anterior se desvirtuó y reinó la prebenda y la corrupción debido a que, según dijo, el mandatario no es de clase obrera, tampoco es pobre; por tanto, desconoce cómo se maneja una estructura sindical.

Según el exdirigente campesino, esa es la razón por la cual el sindicalismo “ha caído” y la COB “está ausente” de todas las necesidades que tienen los trabajadores.

El pasado 23 de marzo, al concluir el congreso de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), la nueva directiva anunció el fin de la gestión de Huarachi al frente de la COB. El lunes 31 del mismo mes, esa directiva dio un plazo de 30 días para que el dirigente  convoque a un congreso en el que se renueve el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Un día después, Huarachi anunció que llamará a un ampliado y dijo: “Hay que respetar los estatutos. Tampoco hay, como se dice, ganas de quedarse. Nosotros estamos conscientes”, terminó. De esa manera, resignó siete años al frente de la COB y como  uno de los más cercanos al poder.

Para Machaca, no será tan fácil contar con un nuevo ejecutivo debido a que existe paralelismo sindical, alentado, según dijo, por Arce.  Por tanto, quiénes participarán en el congreso cobista, cuál de las dos o tres organizaciones que existen en cada sector, o bien, algunos quedarán fuera.

Solares expresó que se espera que el nuevo ejecutivo de la COB “unifique” a los trabajadores y sea un líder serio, que defienda tanto los derechos de los asalariados como los recursos naturales, que en los últimos tiempos están siendo amenazados por los intereses de las multinacionales.

“Entonces, yo creo que el nuevo secretario ejecutivo tiene que investigar, leer, estudiar, escribir; solo así se puede guiar de una buena manera a los trabajadores”, señaló el exdirigente.

Mientras tanto, llovieron las críticas al accionar de Huarachi por parte de legisladores de oposición y oficialismo, quienes coincidieron en calificar su gestión como una de las más cuestionadas. Por ejemplo, el diputado Alejandro Reyes, de Comunidad Ciudadana, dijo que gracias a Huarachi la COB no representa a nadie; además, cuestionó que después de agotar la credibilidad y destruir a la organización se va, por lo que planteó que debe rendir cuentas.

El exejecutivo de la COB reveló que le ofrecieron dirigir la Central de Trabajadores de Bolivia (CTB), una organización creada porque el ente matriz de los trabajadores dejó de representarlos, pero rechazó y más bien propuso reactivar una Asamblea Nacional Deliberante en la que todos sin censura puedan opinar y lanzar iniciativas para resolver los problemas del país.

Además, el exdirigente observó que, aunque la CTB tiene sus objetivos, no cuenta con el respaldo sindical que, por ejemplo, permite a la COB movilizarse.

Al menos 4 sectores crearon la CTB, un ente paralelo a la COB

Ante la ausencia de una organización que defendiera los derechos de los trabajadores y abogara por sus reivindicaciones, tareas que debían ser encaradas por la Central Obrera Boliviana (COB), en 2022 Francisco Rodríguez, un antiguo dirigente gremial, hoy fallecido, fundó la Central de Trabajadores de Bolivia (CTB).

De acuerdo con Antonio Siñani, quien en la actualidad es el líder visible de esta central, la lucha en contra de la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento del Terrorismo, planteada por el Gobierno en 2021, fue el germen para el nacimiento de la nueva organización laboral.

“En esa lucha se han unido médicos, jubilados, transportistas, mineros y todo el pueblo boliviano, que ya se ha unificado. Hemos decidido armar la central de trabajadores”, mencionó el dirigente del sector gremial.

Para Siñani, la CTB se constituye en una organización “paralela” a la COB por las reivindicaciones que enarbola y por los sectores que aglutina, por lo que consideró que no hará vida orgánica con el denominado principal ente matriz de los trabajadores, ahora que se avecina un congreso para renovar el actual Comité Ejecutivo Nacional (CEN), dirigido por Juan Carlos Huarachi.

“Nosotros, no creo que podamos participar porque realmente ya nos ha desconocido la COB y nosotros también hemos desconocido a la Central Obrera Boliviana”, mencionó Siñani.

El dirigente explicó que la CTB, el pasado 16 de enero entregó su pliego petitorio al Gobierno, pero no recibió ninguna respuesta, por lo que volvió a mandar el documento el 26 de febrero y recientemente lo hizo por tercera vez ante el silencio de las autoridades.

Entre las principales demandas se encuentran la regularización del suministro de combustibles, circulación habitual de dólares en la economía nacional, el control de los precios de los principales productos de la canasta familiar, y una ley para ampliar el plazo para el pago de los créditos contraídos por los prestatarios, en atención a la crítica situación económica que vive el país.

La COB en su nacimiento abrazó el nacionalismo revolucionario y fue controlada por el MNR

Ocho días después de la victoria de la Revolución Nacional, el 17 de abril de 1952, se fundó la Central Obrera Boliviana (COB), como la culminación de un largo, doloroso y heroico proceso de construcción de un movimiento proletario que representara a la totalidad de los trabajadores bolivianos, según reseña Historia de Bolivia, escrito por José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos Mesa.

De acuerdo con la explicación de Jorge Abastoflor, profesor de Ciencias Políticas e Historia Crítica de Bolivia, tanto la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) como la COB formaron parte del proceso de la Revolución Nacional, que no es lo mismo que decir del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) porque el nacionalismo revolucionario es una ideología que es tomada por varias fuerzas políticas y sindicales, que incluye al MNR.

Entre 1952 y 1960, la COB fue totalmente controlada por el poder hegemónico del MNR. Juan Lechín Oquendo fue elegido secretario ejecutivo, cargo que desempeñó hasta 1987.

Abastoflor aseguró que la COB, a través de sus liderazgos, formó parte del Gobierno de la Revolución Nacional y esto fue evidente durante el primer y el segundo gobierno que va de 1952 a 1956 y de 1956 a 1960.

“Es bien difícil encontrar en el mundo entero, no imposible, pero es bien difícil encontrar pues una central, una confederación de varios sindicatos que en efecto haya formado parte de un Gobierno y eso pasó con la Central Obrera Boliviana”, mencionó el profesional.

Posteriormente, Abastoflor dijo que se dio una ruptura en la relación de la COB y el gobierno del MNR,  y el ente matriz de los trabajadores se tornó contestatario. La razón fue que el Ejecutivo  se acercaba cada vez más a la línea del Gobierno de Estados Unidos (EEUU).

Ven “difícil” cambiar rol hegemónico de los mineros en la COB

Desde la fundación de la Central Obrera Boliviana (COB), el 17 de abril de 1952, el sector minero cumplió un rol hegemónico en la organización de los trabajadores, que difícilmente se va a cambiar, aunque es menester actualizar los estatutos que rigen a la principal organización laboral del país.

Jorge Abastoflor, profesor de Ciencias Políticas e Historia Crítica de Bolivia, señaló que la COB no existiría sin la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), puesto que es el núcleo fundamental sobre el cual se levanta el ente matriz de los trabajadores.

Sostuvo que incluso va más allá porque los mineros no solo son la base de la pirámide sobre la que se construye la COB, sino son el ariete principal en toda la lucha sindical a lo largo de su historia.

“Eso significa que tiene ocho años más de existencia que la Central Obrera Boliviana, que recién va a aparecer el año de 1952, como producto de la Revolución Nacional”, mencionó el profesor.

Enfatizó en que el contexto que rodea a la creación de la FSTMB es por demás interesante debido a que, en 1944, cuando nace esta federación se vivía la Segunda Guerra Mundial que potenció las exportaciones de estaño y de otros minerales.

“Bolivia entra dentro del esquema de los aliados que combaten al eje que son Alemania, Japón e Italia. Sin la Segunda Guerra Mundial, no se puede entender el fortalecimiento del sector minero”, sostuvo el experto.

De ahí que, a lo largo de la existencia de la COB, un minero es elegido ejecutivo de la organización, alrededor del cual se forma el directorio que es conocido como el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

De acuerdo con Jaime Solares, exejecutivo de la COB, los mineros siempre van a estar a la cabeza del ente matriz de los trabajadores, porque se diferencian del resto de los sectores afiliados, por el planteamiento de una tesis de la liberación, que va más allá de la reivindicación de las demandas de los obreros y otros.

Entre el 6 y 12 de noviembre de 1946, dos años después de la creación de la FSTMB, los mineros bolivianos votaron la Tesis de Pulacayo, y conformaron el programa más avanzado que hayan votado los sindicatos.

“Si se lee la tesis de los mineros, es un problema de liberación, no siempre de los trabajadores, sino del país frente al imperio, frente a las élites de carácter mundial”, indicó Solares.

Ahora, claro que otro sector puede liderar, pero en criterio de Solares tendrá que explicar por qué quiere ser la vanguardia y fundamentar ese propósito.

Abastoflor consideró que la COB ha quedado “estancada” en lo que se refiere a su estructura y su organización, quién sabe tal vez hasta en su ideología, entonces necesita una “actualización urgente” en función de las necesidades de los sectores a los que representa.

Líderes de la COB y sus mandatos

Juan Lechín Oquendo: 18 de julio de 1952 – 18 de julio de 1987.

Simón Reyes: 18 de julio de 1987 – 18 de julio de 1989.

Víctor López Arias: 18 de julio de 1989 – 1 de mayo de 1992.

Óscar Salas Moya: 1 de mayo de 1992 – 1 de mayo de 1996.

Edgar Ramírez Santiesteban: 1 de mayo de 1996 – 10 de septiembre de 1997.

Milton Gómez Mamani: 10 de septiembre de 1997 – 30 de enero de 2000.

Max Feraunde Gutiérrez: 30 de enero de 2000 – 14 de diciembre de 2000.

Alberto Camacho Parada: 14 de diciembre de 2000 – 27 de marzo de 2002.

Saturnino Mallku: 27 de marzo de 2002 – 28 de junio de 2003.

Moisés Guzmán: 28 de junio de 2003 – 28 de julio de 2003.

Jaime Solares: 28 de julio de 2003 – 29 de junio de 2006.

Pedro Montes: 29 de junio de 2006 – 23 de enero de 2012.

Juan Carlos Trujillo: 23 de enero de 2012 – 24 de junio de 2016.

Guido Mitma: 24 de junio de 2016 – 25 de febrero de 2018.

Juan Carlos Huarachi, del 25 de febrero de 2018 a la actualidad.

“La COB siempre ha tenido vocación de poder. La COB nació para formar parte del poder”.

JORGE ABASTOFLOR, Historiador

“Nosotros no creemos que podamos participar, porque realmente ya nos ha desconocido la COB y nosotros también la hemos desconocido”.

ANTONIO SIÑANI, LÍDER DE LA CTB

“Si se lee la tesis de los mineros, es un problema de liberación, no siempre de los trabajadores, sino del país frente al imperio, frente a las élites de carácter mundial”.

Vision360

JAIME SOLARES, EXEJECUTIVO DE LA COB

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