Siete años de cárcel para dos instructores vinculados al caso Salto de la Muerte

Luego de 19 meses, un tribunal dictó sentencia de siete años de prisión para el capitán Manfred Herrera y el teniente Juan José Patzi, dos instructores del Colegio Militar vinculados al denominado caso Salto de la Muerte.

Las investigaciones judiciales encontraron dolo y premeditación en la actuación de los militares. Los imputaron por el delito de lesiones gravísimas.

Mientras que un tercer implicado, el teniente Cristian Salas, fue absuelto.

Los instructores sentenciados se encontraban bajo detención preventiva en la cárcel de San Pedro. El tercer instructor guardaba detención domiciliaria.

La decisión judicial causó molestia entre las familias de los cadetes afectados. Ellas consideran insuficiente la sentencia y anunciaron que apelarán a la determinación ya que exigen condenas más severas además de la inclusión del instructor absuelto en el proceso judicial.

En tanto, el abogado de los sentenciados señaló que también apelará a la determinación judicial.

El 18 de abril de 2023, los dos cadetes se preparaban en lo más alto de una torre para un ejercicio militar denominado “salto de la muerte”. La actividad se realizó en ocasión de los 132 aniversario del Colegio Militar Gualberto Villarroel, ubicado en la ciudad de La Paz.

TRAGEDIA

Sin embargo, el ejercicio terminó en tragedia. Ante la vista impotente de los asistentes, los dos cadetes cayeron al piso desde la torre de al menos 50 metros de altura, lo que los dejó en situación crítica de salud.

Durante meses, ambos cadetes recibieron tratamiento médico, mientras las autoridades trataban de determinar las responsabilidades en este caso.

Más de un año ha pasado y aún la lucha por su recuperación es constante, en especial para uno de ellos.

La vida de los cadetes cambió de forma radical. Si bien ambos lograron sobrevivir, el camino a su recuperación no ha sido sencillo, pues tenían afectadas varias partes de sus cuerpos como piernas, columnas y hasta el cráneo, en el caso del cadete aún delicado.

El Ejército les otorgó el ascenso, pero la vida militar plena que ellos anhelaban no se pudo concretar luego de aquel 18 de abril.

Ellos han ascendido de grado, también, por la condición que han tenido del accidente, han sido favorecidos para que puedan estudiar en la Escuela Militar de Ingeniería.

Luego del accidente, se inició una investigación y fue relevado de su cargo al comandante del Colegio Militar, Edward Rodrigo Aguilar Quiroga.

Via: La Razón

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