No hay batalla por la sucesión de Carlos Mesa al frente de Comunidad Ciudadana, pero sí una sucesión de movimientos estratégicos tal vez coordinados desde la “sororidad” que parecerían allanar el camino hacia la primera candidatura presidencial con opciones reales de una mujer.
Aunque Carlos Mesa llevaba quince años siendo el “candidato reprimido” de la oposición, porque nunca quiso dar un paso en falso, Comunidad Ciudadana fue un experimento construido a toda velocidad sobre la piedra angular del FRI, el partido cuasifamiliar del fallecido Motete Zamora, cuya familia, a final de 2018 decidió junto al gobernador tarijeño Adrián Oliva que aquella era la mejor opción de la oposición.
Mesa apenas confía en sus amigos de la infancia que al fin y al cabo forman la mesa camilla del partido, pero aun así hizo un casting para elegir candidatos en 2019, casi un concurso de méritos, y así fue juntando en cada departamento a lo más granado de la oposición que le rascara algún voto. En 2020 fue diferente porque muchos de sus socios decidieron subirse al carro de Jeanine Áñez dejando un partido aún más escuálido y con menos garantías, como se ha observado.
Fuentes del partido estiman que hay 24 “tránsfugas” de los 51 curules que el partido logró en las elecciones de 2020, pero además, otros parlamentarios llamados a consolidar el proyecto han preferido hacer la guerra por su cuenta, como Rodrigo Paz que tiene su propia marca y otros como el diputado Ormaechea.
El día a día de la bancada lo gestiona el inseparable Carlos Alarcón con asistencia del diputado Urquidi, pero los focos de la acción opositora más visible se los llevan cuatro mujeres, y las cuatro están en la lista que se manejan en la negociación de una posible plataforma opositora donde Carlos Mesa no tendría asiento, en parte, porque no lo quiere.
Luciana Campero: La diputada suplente tarijeña llegó a Comunidad Ciudadana como líder de una de las plataformas ciudadanas que se crearon a raíz de la crisis de los incendios de 2019 donde también participaban hijos de antiguos colaboradores de Mesa. Campero se ha destacado por su consecuencia y radicalidad: no dudó en denunciar el transfuguismo de su diputado titular, Edwin Rosas, y armada con su celular ha sido clave para desvelar algunos de los peores manejos en la Asamblea Plurinacional. Además ha sido incansable en su tarea de fiscalización. De Campero se destaca que aunque venga flirteando con fórmulas más libertarias, nunca ha dejado un resquicio en su lealtad a Carlos Mesa.
Via: El País