Alrededor de una treintena de flamencos llegó en enero a la laguna Alalay, pese a la fetidez que desprende y la reducción de este espejo de agua por la falta de lluvias y la contaminación que arrastra desde hace aproximadamente siete años.
Mientras la Gobernación coordina un plan interinstitucional para tratar esta problemática, desde hace un mes la Alcaldía de Cercado realiza trabajos paliativos en la zona.
En la laguna Alalay alrededor de 40 especies de aves residentes se reproducen en números elevados, entre ellas la Bubulcus ibis (Garrapatera), la Fulica ardesiaca o polla de agua y la Gallinula galeata o polla negra, indicó el biólogo y ornitólogo José Antonio Balderrama.
Asimismo, en diferentes épocas del año, llegan especies migratorias boreales (de Norteamérica) y australes (del sur), como los Phoenicopterus chilensis o flamencos, los playeros de patas amarillas o tibibis y otros están de paso, detalló.
Dijo que por la contaminación de la laguna actualmente se registran pocas especies e individuos que toleran este estado y la mayoría prefiere habitar en otras lagunas menos contaminadas. “Incendios y perros también afectan a las condiciones del hábitat, pero desafortunadamente estos aspectos negativos también se dan en otras lagunas de Cochabamba”, acotó.
En la última década, los totorales de la laguna se incendiaron. Miles de peces murieron en 2016 “a raíz del mal manejo que realizó la Alcaldía” y la contaminación incrementó, recordó el magíster en ciencias ambientales Eric Martínez.
En 2018, en un estudio científico, dado a conocer por el Colectivo Socioambiental de Cochabamba (Cosac), la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) encontró más de 100 bacterias, hongos, cinco protistas y dos virus, que representan un peligro potencial para las personas con bajas defensas.
Además, el Centro de Aguas y Saneamiento Ambiental (CASA) de la UMSS detectó la presencia de residuos hospitalarios en las aguas acumuladas. “El nivel de contaminación ha llegado a su máxima expresión con la emanación de gases de sulfuro de hidrógeno y otros”, observó Martínez.
Técnicamente, explicó que la laguna presenta el nivel más alto de eutrofización, que se denomina hipereutrófico, caracterizado por tener nutrientes en exceso y bajas concentraciones de oxígeno. Por esta razón, se sienten esos olores desagradables que se redujeron los últimos días por los trabajos paliativos del municipio.
A raíz del desastre ambiental de la laguna, en este momento no hay ni un solo pez que antes era un alimento importante para varias aves. “Al no encontrar este alimento muchas especies ya no regresarán por mucho tiempo”, añadió.
La solución se planteó hace varios años y consiste en realizar el manejo adecuado con una visión técnica y científica responsable, dijo respecto a las propuestas del municipio para la Alalay.
Las instituciones que integran el Comité de Recuperación Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla) analizan soluciones y recursos, en el marco de sus competencias, para el saneamiento y dragado del vaso de agua mientras muere lentamente.
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