Achacachi es un municipio que se extiende en parte de la planicie del altiplano paceño hasta tocar el Titicaca. Su historia se remonta a antes de la República, y en la ya fundada Bolivia empieza a jugar un rol central en la actividad comercial y económica de la región, a tal punto que, en 1906, la entonces Villa de Achacachi, es elevada a rango de ciudad.
Fue en el gobierno de Ismael Montes cuando adquiere el rango de ciudad, pasaron 117 años de aquel hecho. Era un centro importante de comercio y encuentro que tenía su epicentro en la plaza principal Mariscal Andrés de Santa Cruz, donde también estaba el histórico Hotel Europa, hoy desaparecido.
Se encuentra a 81 kilómetros de la ciudad de La Paz y en medio de la modernidad atesora su pasado, costumbres y tradiciones. Su actual territorio cubre 1.072 kilómetros cuadrados, pero cuando fue creada la Provincia Omasuyus con su capital Achacachi, en el gobierno del Mariscal José Antonio de Sucre (enero de 1826), se extendía hasta el territorio de las hoy provincias Manco Kapac, Camacho y Los Andes.
Ni bien nacida Bolivia cobró relevancia por su ubicación geográfica estratégica. Pasaron 80 años y el 11 de diciembre de 1906 el gobierno de Montes le da el rango de ciudad con la promulgación de una ley. “Elévese a rango de ciudad la Villa de Achacachi, capital de la provincia Omasuyos”, dispone el único artículo de la ley aprobada en el entonces Congreso.
Era y es un enclavado territorial con una intensa actividad comercial y productiva, porque es un paso obligado hacia otras regiones del altiplano y el norte de La Paz. Su inmensa planicie y cerros a lo lejos son una de sus características de su topografía, al igual que aquellos “ponchos rojos” que lucen quienes representan la rebeldía de este pueblo.
Según el Censo de Población y Vivienda de 2012, Achacachi tenía 46.058 habitantes distribuidos mayoritariamente en el área rural. Esta región, en el Censo de 1900, en un territorio mucho mayor al actual, contaba con más de 10.000 habitantes, uno de los factores para su rango de ciudad y capital de la provincia Omasuyus, que este 23 de enero cumplió 198 de creación.
El presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca estuvieron celebrando en Achacachi los 198 de Omasuyus. “Aquí se han escrito las páginas más gloriosas de nuestra historia por construir una verdadera educación del pueblo y para el pueblo”, destacó ese día Arce y rememoró a líderes como Elizardo Pérez, Avelino Siñañi y Felipe Quispe.
El dirigente vecinal Javier Quito aseguró que esta región del altiplano paceño tiene una amplia historia que se remonta hasta antes de la llegada de los españoles y una población, predominantemente, aymara, con un fuerte apego a sus raíces y costumbres.
“El hecho de haberla elevado a rango de ciudad intermedia hace más de un siglo demuestra su importancia en el desarrollo de esta parte del departamento y su influencia”, explicó en alusión a la ley firmada por el expresidente Montes.
Achacachi fue fundada como capital administrativa el 24 de enero de 1826, un año después de la fundación de Bolivia. “Sin embargo, como el poblado ya existía, la fundación fue solo un reconocimiento de tal existencia”, detalla el portal Achacachi.com.
“Punta Grande” es el significado de Achacachi en aymara, idioma que se habla, junto al castellano, en esta región, como en otras del altiplano del departamento de La Paz.
En sus calles el comercio es intenso, hay decenas de restaurantes y el transporte es constante desde y hasta este municipio, lo que muestra su rol de enclave económico. Lo urbano y rural conviven en esta ciudad de historia y de hombres como Felipe Quispe, El Mallku, hombre que se enfrentó al poder, identificado como el que sembró la semilla que terminó revalorizando y al indígena y el campo.
Saturnino Rojas habla en su libro “Achacachi, juicios y balas: Genealogía del poder político y sindical en la provincia Omasuyus” de la dialéctica centro y la periferia para destacar el rol geopolítico de Achacachi. “En la capital Achacachi se desarrolla con intensidad las actividades comerciales de lunes a domingo, a la que concurren los comunarios de diferentes cantones y de las provincias vecinas”.
Los Ponchos Rojos son más que una referencia cuando se habla de Achacachi en particular y de la provincia Omasuyus en general. “Son una característica cultural-tradicional que está más viva que nunca, y muestra los orígenes impetuosos y de resistencia de este pueblo, lo que está presente en el imaginario de la sociedad boliviana”, explicó Quito.
Esta inmensa planicie tiene como guardianes espirituales al Illampu y al cerro Suruk’achi. Corren por su territorio los ríos Keka y Tambo, y es ribereña del Lago Sagrado, el Titicaca, que enriquece aún más su atractivo turístico.
Tiene en su territorio la ruta del Inca (red vial del Tahuantinsuyo” o qhapaq ñan), que muestra su importancia en la conexión del incario, que se proyecta hasta la actualidad.
Como parte de su cultura están las fiestas de San Pedro y San Pablo el 29 de junio, Corpus Christi y la Fiesta de la Exaltación del 18 de noviembre, una de las pocas expresiones originales en danzas y música prehispánica y folklórica.
Su extensa planicie es apta para la agricultura y la actividad pecuaria, aunque también tiene un importante potencial piscícola.
Achacachi cumplió 117 años en diciembre de 2023 como ciudad intermedia, con una creciente actividad económica y comercial en un punto geográfico clave de conexión en el altiplano.
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Vis; ABI
